Iglesia del Jubileo

A Meier se le adjudicó la comisión en 1996, y la construcción comenzó en 1998. Esta es la iglesia nueva y centro comunitario número 50, construidos en todos los suburbios de Roma, con 15 más planeados para su construcción. La iglesia se sitúa en un terreno plano triangular, aproximadamente a seis millas al este del centro de Roma.

Situado cercanamente a un complejo habitacional de media densidad construido en 1970 al borde de un parque público. Este complejo contiene a la iglesia y el Centro Comunitario, conectados por un atrio de cuádruple altura. El proyecto destaca el concreto, el estuco, travertino y vidrio.

Tres dramáticos arcos de concreto en forma de concha en alturas escalonadas entre 56 y 88 pies que traen a la mente blancas velas en movimiento. Las cubiertas de vidrio y claraboyas en la iglesia abarcan la toda la extensión del edificio llenando el espacio de luz natural. En la noche, la luz emana desde el interior creando una etérea presencia y animando el paisaje. La nave principal alberga 240.
La planta describe un sitio circular. El sagrado reino al sur, donde está ubicada la nave, está separado del precinto secular hacia el norte; circulaciones peatonales se ubican desde los dos complejos urbanos hacia el este y el estacionamiento hacia el oeste.

Las proporciones del complejo están basadas en una serie de cuadrados desplazados y cuatro círculos. Tres círculos de igual radio generan los perfiles de las tres conchas que, en conjunto con el muro-espina, crean el cuerpo de la nave de la iglesia- y discretamente insinúan a la Santísima Trinidad.

El lado oeste del terreno de la iglesia es dejado como dos patios separados por una vía pavimentada que corre de este a oeste entre el Centro Comunitario al norte y la iglesia al sur.
El patio más hacia el norte, adyacente al centro contiene un jardín recreativo. El segundo patio destaca una piscina reflectante y es concebido como un espacio de meditación.
El cuarto nivel del Centro Comunitario funciona como un espacio de reunión para actividades sociales, educacionales y recreativas. Una zona peatonal pavimentada se aproxima al 'sagrato' [patio de la iglesia] hacia el este, cerca el centro de l proyecto urbano adyacente Tor Tre Teste, animando a los feligreses a reunirse en la plaza como lo hicieron en el 'sagrati' de la Italia Medieval.

Casa Poli

La obra está ubicada en la Península de Coliumo (550 km al sur de Santiago). En un sitio apartado de toda tecnología, condicionó la contrucción de esta vivienda a manos de Mauricio Pezo basada en una operación de dos maneras. Por un lado, se trabajaba con una tecnología arcaica y una mano de obra local carente de especialización.

Por otro lado, teníamos que intervenir un paisaje cuya abrumadora perfección tarde o temprano sería perturbada. Ambas condiciones llevaron realizar una practica primitiva; levantaríamos algo por primera vez y donde nunca se había hecho. Siempre es difícil resistir la tentación de alcanzar el borde, el peso del nuevo cuerpo podría deslizar la composición arcillosa de la tierra sobre su base de granito.

Una vez fijada esta posición, fue necesario elevar el suelo hasta recuperar al menos dos cosas: una era la sensación de un podio natural rodeado de nada y la otra era esa lectura morbosa y en primer plano del pie del acantilado, donde revienta el mar contra las rocas. De este modo fijábamos la altura de la pieza y sustituíamos el techo por una terraza que ocupa toda su extensión horizontal. La base es un podio horizontal quebrado en tres plataformas que bajan en forma de zigzag con la topografía. La triple altura del espacio de la plataforma más baja, orientado al noroeste, contiene una dimensión vertical del lugar.

Dentro de esta masa vaciada quedan la cocina, las circulaciones verticales, los baños, armarios y una serie de balcones interiores (que protegen las ventanas del sol y de la lluvia, hacia el norte y el oeste). Eventualmente, todos los muebles y objetos domésticos están dentro de este perímetro, liberando el espacio para múltiples actividades. Con la necesidad de muros soporte se evitó la obviedad de hacer una gran vista al mar y, en cambio, geberó una cantidad variable de situaciones interiores.

Alega Mauricio: "Toda la obra se hizo con concreto artesanal, una masa que se arruinara naturalmente, con moldajes de madera sin tratar. Su construcción se realizó (con una pequeña betonera y cuatro carretillas) en estratos horizontales que hacían coincidir los niveles de vaciado de la mezcla con la medida de un panel de media tabla. Una vez terminada la obra gruesa, reutilizamos toda la madera maltratada de los moldajes para revestir los muros interiores y para hacer unos paneles correderos que, alternativamente, servirían tanto para cubrir el programa perimetral de servicio como para proteger las ventanas una vez que la casa se abandona. Tomamos estas operaciones como una denuncia de un estado de cosas y como una especie de confirmación de nuestro interés por descubrir el potencial de las cosas crudas; de los bocetos que no necesitan terminarse para reparar en lo que dicen."